martes, 2 de mayo de 2023

Iglesias de Sevilla : Convento de San Leandro

En frente de la iglesia de San Ildefonso que veíamos hace unos días se encuentra la entrada al convento de San Leandro de las Madres Agustinas famoso entre otra cosas por la maravillosas yemas  que allí se pueden obtener y cuya entrada es esta ahora ocupada con la venta de dulces y por ser 


 uno de los cenobios más antiguos de la ciudad de Sevilla. Se tiene constancia documental de que ya existía en el siglo XIII, aunque situado entonces fuera de las murallas, frente a la Puerta de Córdoba, en el lugar del actual convento de Capuchinos, en un lugar conocido como “Degolladero de los Cristianos”. Con posterioridad se instalaría en 1369 en sus dependencias actuales en la misma plaza de san Ildefonso bajo el patrocinio del rey Pedro I de Castilla el justiciero.
En la plaza esquinera de san Leandro veremos la entrada a la iglesia del convento levantada en el s.XVIII que es esta


de sencilla portada


sencillez que desaparece en el momento de entrar a la iglesia típica de cajón, rectangular en donde el presbiterio quedara a nuestra izquierda 

y los dos coros ,alto y bajo quedan a nuestra derecha en el hastial del templo.


La iglesia tuvo un retablo inicial del s.XVI, de estilo renacentista, realizado por Juan Bautista Vázquez (posiblemente el Viejo), con esculturas de Jerónimo Hernández y Diego de Velasco, y pinturas de Vasco Pereira y Juan de Sauceda. El conjunto estaba presidido por el titular del cenobio, con San Pedro y San Pablo a sus lados, en tanto que en el segundo cuerpo aparecía un relieve de San Leandro predicando y, en el ático, un Calvario.
Su posterior deterioro obligó a  sustituirlo por uno nuevo, realizado entre 1.745 y 1.748 por Pedro Duque Cornejo y Felipe Fernández del Castillo ,autores del retablo de san Luis Gonzaga en la Iglesia sevillana de san Luis.
 En este nuevo retablo constatamos que, a pesar de su estilo barroco, se respetan las trazas del anterior, con banco, dos cuerpos, tres calles y ático. El conjunto muestra un acabado en tonos claros, sin dorar, poco frecuente en nuestra ciudad. Toda la superficie del mueble, incluidas columnas y estípites, están cuajadas de adornos en relieve de querubines, motivos vegetales, guirnaldas…
Nos asombra la belleza del retablo  es sencillamente precioso con millones de detalles que ahora vamos a procurar ver.
Este es el bellísimo ático del mismo con Dios Padre en el remate  y en el segundo cuerpo está presidido por el titular del convento, con un grupo escultórico sobre él, en el ático, que nos muestra la escena de La Aparición de Cristo y la Virgen a San Agustín.
 La talla de San Leandro se reaprovechó del antiguo retablo, al igual que los seis relieves laterales del segundo cuerpo y el ático, todos ellos obras de Jerónimo Hernández: La Flagelación, San Agustín, La Asunción de la Virgen, El Bautismo de Cristo, La Adoración de los Reyes y La Oración del Huerto. La figura del Padre Eterno preside todo el conjunto.



En el primer cuerpo veremos de izquierda a derecha, imágenes de Santa Bárbara, el Sagrado Corazón de Jesús (al parecer el primero que hubo en Sevilla) y Santa Teresa de Jesús representada como Doctora de la Iglesia. La primera y la última son de la misma época del retablo y obras de Pedro Duque Cornejo mientras el sagrado Corazón es talla anónima.


 Ahora vamos a ver las joyas que se encuentran a ambos lados del altar mayor en los muros de la iglesia.

En el muro de la epístola veremos en orden decreciente desde el presbiterio ,en primer lugar el retablo de San Agustín, una bella obra realizada a mediados del s.XVII, 


cuya
 imagen de San Agustín que lo preside es obra de Felipe de Ribas hecha en 1641


El resto de esculturas son anteriores, de 1.630, y representan a Santo Tomás de Villanueva y San Nicolás de Tolentino (a los lados del Padre de la Iglesia),



con Santa Rita y Santa Clara de Montefalco en el segundo cuerpo, flanqueando un relieve con la escena de San Agustín y Santa Mónica en el puerto de Ostia.

Remata el retablo otro relieve, la Virgen con el Niño, escoltados por alegorías de la Fe (representada ciega como es habitual) y la Esperanza (con su ancla correspondiente).

A continuación de este retablo veremos en el muro de la epístola el retablo de San Juan Evangelista en Patmos de Juan Martínez Montañés y discípulos en 1621.

Maravilloso es esta figura de Juan el Evangelista del insigne maestro realizada en 1632 del primer cuerpo del retablo


a quien acompañan las figuras de tallas de bulto redondo de Santiago, el Mayor y María Salomé. De Francisco de Ocampo (discípulo de Martínez Montañés) es el primero y el relieve del martirio de San Juan en la tinaja que aparece entre los dos cuerpos del retablo.



 En la parte superior vemos a Santiago, el Menor, la Virgen con el Niño (Nuestra Señora del Buen Consejo) y María Cleofás todas obras del taller de Martinez Montañés


Por último en el muro veremos el retablo de la Virgen de Consolación y Correa, 
neoclásico de mediados del XIX, con escultura de la titular realizada por Sebastián Santos Rojas en 1.932


y ya tocando el muro del hastial veremos una pequeña capilla cerrada mediante una dorada reja, que aloja un retablo neoclásico de principios del XIX con una talla de candelero de la Virgen con el Niño.


y lo más importante, artísticamente hablando, que  es la pintura sobre tabla situada ante el altar del retablo  que ha sido recientemente restaurada . Se trata de una obra fechable entre 1.530 y 1.540, de autor anónimo y estimable calidad técnica.
 Representa a la Virgen de la Misericordia, con el Niño Jesús en los brazos y a San Juanito a sus pies.
 
A los lados aparecen las Santas Justa y Rufina, que sostienen maquetas de la ciudad de Sevilla, como patronas y protectoras de la misma.
La obra de restauración es de Juan Luis Coto.
 Es una pena que no se puedan ver los dos coros de los que solo he conseguido esta  foto mala ,carente de luz ,


y esta otra  del ABC de Sevilla del coro bajo con las joyas que allí se guardan



Ya en el muro del evangelio veremos este sencillo retablo de Santa Rita de Casia, intercesora para las causas imposibles o muy difíciles, de gran devoción en la feligresía. Es del s.XIX y, anteriormente, albergaba la pintura que ahora se muestra en la zona inferior,


 La Virgen entregando el cíngulo a Santa Mónica que casi no se aprecia en la foto.


Inmediatamente a continuación veremos esta otra obra maestra que es el Retablo de San Juan Bautista

 
debido a la mano del genial Martinez Montañes realizado en 1621 por él ,autor del evangelista y de la cabeza del Bautista


y el resto de tallas son obras de gente destacada de su taller tanto e
n el segundo cuerpo donde veremos a Santa Isabel, Zacarías y la escena de El Bautismo de Cristo


como en el primer cuerpo donde veremos a la Virgen y San José

 
El retablo  esta justo a la altura del otro que acabamos de ver en el muro de la epístola del mismo autor y parecen retablos gemelos.
A continuación veremos el cancel ó el cortavientos una joya de madera por la que hemos accedido y saldremos de la iglesia ya que es una magnífica obra barroca, realizado en 1.729 según consta en la inscripción: "Hízose este cancel a costa de Doña Juana de la Parra y Puerto, religiosa de este convento, año de 1.729".


y a continuación del mismo veremos ya el último retablo que nos queda por ver en la iglesia, es  el retablo de la Virgen con el Niño,también conocido como retablo de la Virgen de las Virtudes, barroco, de la primera mitad del siglo XVIII, atribuido a José Maestre.


Con una bella virgen anónima en la hornacina


Con ella nos despedimos de esta preciosa iglesia y comenzamos a pensar en las iglesias de conventos que me faltan aún por visitar las demás podéis verlas en el enlace que os dejo abajo de la entrada.
Hasta pronto amigos.
Cordiales saludos.

Vinculado con :













2 comentarios:

  1. El exterior de este edificio religioso sin duda tiene la iconografía clásica de dónde está situado esto es en Sevilla, pero toda la decorativa interna es parecidísima a las iglesias y los conventos que hay en Mallorca. Entre sin duda que la época en que la Cristian da y su jerarcas gobernaban tenían todo su sistema urbanístico digámoslo así en perfecta comunión y construían en todos lados igual lo cual es lógico. Por fuera nunca había visto una fachada igual pero por dentro repito que es parecidísimo a casi todas las iglesias y conventos que hay en Mallorca. Lo cual es una alegría ver que entonces era todo igual.

    ResponderEliminar
  2. gRACIAS POR LA INFORMACION QUE DESCONOCÍA.UN SALUDO

    ResponderEliminar