Vamos a darnos una vuelta por la obra atesorada en el Museo de Bellas Artes sevillano del genial pintor Bartolomé Murillo y lo iniciamos viendo su obra mas popular y mas querida por los sevillanos, la Virgen de Belén, su Virgen de la servilleta, pintada en 1665 y que originariamente estuvo en el refectorio del convento de los Capuchinos en Sevilla de donde proceden la mayoría de cuadros de Murillo que hoy se conservan en este Museo como ahora veremos.
Para este convento Murillo realizó entre 1665 y 1666 un bellísimo retablo para su altar mayor compuesto por estos maravillosos cuadros que hoy podemos ver en este Museo de Bellas Artes sevillano y que la invasión napoleónica dispersaría en el s.XIX,para posteriormente volverlos a reunir en este Museo aunque su cuadro principal solo lo haga temporalmente.
El retablo debería tener esta apariencia
El sitio central de dicho retablo lo ocupaba este maravilloso cuadro titulado El Jubileo de la Porciúncula pintado entre 1665 y 1666 ,como el resto del retablo, donde narra la aparición de Cristo y la Virgen a san Francisco en la iglesia de la Porciúncula para prometerle indulgencias a los que allí orasen. Los capuchinos eligieron este tema para presidir su retablo mayor por el hecho de que el convento inició sus actividades en la festividad del Jubileo de la Porciúncula, el 2 de agosto de 1627.Hoy es propiedad del Museo Wallraf-Richartz de Colonia, pero que tras su restauración, confiada a este Museo y tras un acuerdo se expondrá durante los próximos diez años aquí en el Bellas Artes de SevillaEl cuadro fue el pago que hicieron los monjes al pintor Joaquín Bejarano por la restauración de las telas, muy dañadas, debido a su traslado a Cádiz para evitar el expolio del mariscal Soult. Bejarano puso a la venta de inmediato el lienzo, que fue adquirido, tras pasar por varios propietarios, por el Museo Wallraf-Richartz en 1846.
En la parte superior del retablo a ambos lados se veían estos dos cuadros ,a la izquierda San Antonio de Padua con el Niño
y a la derecha san Felix de Cantalicio también con el Niño en brazos pintados igualmente entre 1665 y 1666
A ambos lados se presentaban cuatro cuadros ,encontrándose en los lugares intermedios ,uno precioso San José con el Niño pintado por la misma época que el Buen Pastor del Prado notándose en la belleza similar de la cara del Niño
y al otro lado un bello San Juan Bautista en el desierto
En la parte baja del retablo estos dos bellísimos cuadros ,el primero de ellos con las Santas Patronas de Sevilla ,las santas Justa y Rufina
y a su lado este precioso cuadro con san Leandro y san Buenaventura
Al retablo se la añadiría en el s.XVIII este Velo de la Verónica ó Santa Faz también pintado en 1666 aunque recortado, pues el cuadro era cuadrado en su origen ,y hoy en una colección privada inglesa
Pero Murillo había convenido con los capuchinos la decoración total de la iglesia y así en la capilla mayor estaban además dos cuadros ,este de San Miguel Arcángel arrojando a un demonio al abismo ,hoy en el Kunsthistorisches Museum de Viena
y este bellísimo Ángel de la guarda que hoy se conserva en la Catedral de Sevilla
En los dos laterales de dicha capilla se encontraban estas dos maravillosas obras de arte salidas de su paleta en 1668 ,esta bellísima Anunciación
y esta conmovedora Piedad ,
Todavía del convento capuchino sevillano quedan en el museo estas maravillosas obras de nuestro genial pintor todas datadas en 1668.
La primera de ellas esta maravillosa Inmaculada, apodada la Niña que se situaba en el coro bajo que es una delicia su ternura
En distintas capillas de la iglesia de los capuchinos ,nuestro artista realizó estas maravillosas pinturas que hoy se conservan en este Museo todas realizadas entre 1668 y 1669. Entre ellas esta otra Inmaculada del Padre Eterno de 1668
Precioso es este cuadro de San Antonio de Padua
Maravillosa la piedad que trasmite este Abrazo de Cristo a San Francisco de la misma fecha
Su cuadro mas logrado en opinión del propio Murillo Santo Tomas de Villanueva repartiendo limosna a los pobres
Esta preciosa Adoración de los pastores
y por último este bello San Félix de Cantalicio con el Niño
Además de las pinturas que hemos visto procedentes del convento de los capuchinos de Sevilla ,en el museo de Bellas Artes sevillano también veremos estas otras joyas pintadas por Murillo :En 1648 pintó esta preciosa Estigmatización de San Francisco
De 1650 es esta maravillosa Inmaculada llamada por su enorme tamaño La Colosal ,proveniente del desaparecido Convento sevillano de San Francisco.
La Virgen viste túnica blanca y manto azul, según la visión de la portuguesa Beatriz de Silva.
En 1655 pinto esta santa Catalina que hasta hace poco era propiedad de la fundación Abengoa y que hoy pertenece al museo tras el pago de un millón de euros por ella
En 1660 esta datada esta preciosa Dolorosa del maestro
En 1664 se sitúan estos dos cuadros provenientes del retablo mayor del antiguo convento de San Agustin en Sevilla
Este San Agustín y la Trinidad
y este otro de San Agustín con la Virgen y el Niño
En 1665 esta datado este precioso San Jerónimo penitente
En 2013 el estado adquirió esta bella Inmaculada del maestro ejecutada hacia 1570 y realizada sobre una base de cobre
Por ultimo en el Museo se encuentran esta bella Virgen con el Niño en brazos que se le atribuye, aunque mas bien pudiera ser obra de su taller
y esta Virgen con Niño datada en 1638 que se le atribuye también al maestro como obra de su primera época
Bueno amigos ,ya sabéis, en la próxima visita a Sevilla, no olvidéis visitar tan maravilloso museo que encierra tantísimas obras de arte del genial Murillo.
Hasta pronto amigos ,continuaremos en la próxima entrada conociendo la obra de Murillo que se conserva en la ciudad hispalense.
Un cordial saludo.
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